Milei en un acto mediatico y las consultoras estiman que la economía cayó casi 10% en el último año.

Milei buscó ocupar la centralidad, mientras el Congreso le marca límites y la economía genera inquietud

El Presidente llamó a sus militantes a dar la “batalla cultural” para sobrellevar las dificultades políticas que enfrenta en ambas Cámaras del Parlamento.

Autocelebración. Ocupar el centro de escenario. Intento de cambiar la agenda. Y, sobre todo, dar la batalla cultural. Son explicaciones, todas válidas, del acto realizado por el presidente Javier Milei anoche en el Luna Park, el paraíso del boxeo.

Milei, en la misma semana que se subió al ring para combatir con el español Pedro Sánchez, se puso en el centro de la escena. Esta vez, no tuvo estocadas directas contra el mandatario ibérico, pero sí ironías.

La excitación que se vivía no dejaba lugar para pensar en las dificultades que tiene el gobierno para aprobar la Ley Bases o el salto que ayer pegó el dólar.

La presentación del libro fue la excusa para un acto político que volvió a convocar a miles de personas y a todo el gabinete nacional.

Javier Milei durante el acto en el Luna Park. (Foto: REUTERS/Agustin Marcarian).
Javier Milei durante el acto en el Luna Park. (Foto: REUTERS/Agustin Marcarian).Por: REUTERS

Un acto nada tradicional, un formato nuevo, donde el protagonista fue un Presidente que se movía como rockstar. Y el acto comenzó con Milei cantando Panic Show, con la Banda Liberal. Histrionismo al paroxismo, con una estética moderna y disruptiva propia del siglo de las redes.

Todo un contraste con las declaraciones hiperconservadoras del Secretario de CultoFrancisco Sánchez, que ayer mismo denostaba el aborto y divorcio vincular. También Milei criticó a los “malditos aborteros”, en un alarde de conservadurismo.

El público le respondió con euforia y alegría. El León, que volvió a criticar a la casta, se sentía satisfecho. Una canción le bastó para crear el clima. Termino el tema, se apagaron las luces y cambió el registro. Con otro tono, más serio, le agradeció a quienes concurrieron a la fiesta de la libertad. Y la primera referencia fue la de criticar a la Feria del Libro, que no quiso recibirlo.

En la misma semana que el mismo dijo en España que juega en otra liga, superior a la de la política nacional, y que propone ser el maestro mundial de la libertad.

Enseguida se metió en los aspectos técnicos del libro. Por instantes, Milei se volvió serio, habló de economía, destacó entre todo el público a Federico Sturzenegger, citó libros y teoremas económicos que muchos de los asistentes no comprendían y volvió a criticar a los marxistas, a “los rojitos”.

Fue un académico explicándole a un público que quería ver a su rockstar. Lo escucharon y le creyeron. Más emoción que comprensión. Fueron cincuenta minutos de discurso técnico. Pero Millei quiere mostrar que sabe de economía y que entonces sabe lo que hace.

Mieli llamó a sus seguidores a "dar la batalla cultural". (Foto: REUTERS/Agustin Marcarian).
Mieli llamó a sus seguidores a «dar la batalla cultural». (Foto: REUTERS/Agustin Marcarian).Por: REUTERS

Comenzó entonces el tercer momento del evento. Una conversación entre Milei y José Luis Espert. El público abucheó a Pedro Sánchez y al kirchnerismo. Milei criticó a “los zurdos”, al “maldito socialismo” y aseguró que puede dar la batalla cultural por el mundo.

Papeles picados, sonaba Se Viene (el estallido) de la Bersuit y llegó el final.

El acto no dejó muchas novedades. Pero, durante varios días captó el interés del público y desvía la atención de otros temas. Ahora se viene al Acto de Mayo, el sábado, un acto sin Pacto porque el gobierno no logró en tres semanas que el Senado sacara siquiera dictamen.

Todo se demora. Milei en casi seis meses de gestión, no logró aún sacar ni una sola ley del Congreso. Para peor, anteayer, los diputados de Unión por la Patria y de dos partidos aliados (Hacemos Coalición Federal y la Unión Cívica Radical) se juntaron en una votación y obtuvieron una amplia mayoría. El Congreso le mostró los dientes a Milei y le advierte que le puede poner un límite. Y la economía sigue en recesión, con un desplome del 8,4% de la actividad industrial. La realidad golpea a la puerta.

Pero el Presidente es un personaje excepcional, difícil de calificar, y se siente con fuerza. El acto fue la prueba de que el líder se siente a salvo y con fuerzas

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